Colaboradora: Dolores Pérez Cuadrado
Este artículo trata de aportar información sobre el trabajo de las mujeres en la provincia de Almería a mediados del siglo XVIII, utilizando como fuente el Catastro de Ensenada.
Los datos que se presentan se refieren a los oficios u ocupaciones de las mujeres registradas como cabezas de casa en las ciudades, villas y lugares de esta provincia, y forma parte de un estudio más amplio que se nutre, en parte, de algunos de los datos obtenidos por el equipo de investigación OLTA, del que formo parte.
Tomando como base esta investigación, cuyos datos han sido extraídos de los Libros de lo Real, he tratado de determinar qué oficios desempeñaban las mujeres y cuantificar las que se dedicaban a cada uno de ellos, señalando el municipio en que vivían y desempeñaban sus actividades. Pero la falta de información al respecto en estos libros, para algunos de los pueblos de la provincia, y por tanto la carencia de datos sobre el trabajo de las mujeres, me ha llevado a consultar otros documentos catastrales: los Libros de Cabezas de Casa, y las Respuestas Generales.
En el siglo XVIII las mujeres participaban en actividades económicas de carácter laboral y “empresarial”, y así se recoge oficialmente en el Catastro para algunas de ellas: las cabezas de casa. Pero la mayoría no están inscritas tal; por ello, sus actividades económicas quedan en la mayoría de las ocasiones invisibilizadas, además de que la propia Instrucción ordenó que no se regulase trabajo personal a las mujeres. Sólo en algunos casos concretos, la heterogeneidad de la fuente regula este trabajo (caso de hilanderas y tejedoras de Laujar, por ejemplo), aunque aparece como miembro de una familia (esposa e hija) que contribuye, con los recursos que obtiene por el ejercicio de su trabajo u oficio, a la supervivencia de ésta.
A estas mujeres (las cabezas de casa y las que sin serlo son registradas como ejercientes de un oficio determinado), he añadido las mujeres que figuran como criadas en las casas de algunas familias. Para ello he recogido los datos que se presentan en los resúmenes de población de cada uno de los municipios, que aparecen como introducción a la relación individual y familiar de los Libros de Cabezas de Casa, ya que se señala claramente el número de ellas, tanto de eclesiásticos como de seculares. Una información más pormenorizada de las mismas referida a su identidad, a la familia que sirven y a la edad que tienen, la encontramos en este nivel documental.
Así mismo he aportado datos recogidos de los Libros de lo Real, referidos a las mujeres de Laujar, que incluyen no sólo a las registradas como vecinas sino a las esposas e hijas de vecinos que ejercen como hilanderas, fundamentalmente, dado su elevado número, ya que este municipio fue un importante centro textil en esta época, como ya ha estudiado Garrido González. La actividad de estas mujeres se recoge en los denominados “Pliegos individuales”, correspondientes al registro oficial de los bienes y rentas de cada uno de los declarantes de este municipio, como esposas o hijas de los mismos, cuando se anota el cómputo de utilidades correspondientes a su “Personal”, concepto por el que fiscalmente tributan los cabezas de casa.
También he consultado las Respuestas Generales, ya que en ellas se recogen actividades económicas de carácter laboral desarrolladas por mujeres, que no son recogidas en otros documentos catastrales (caso de las tejedoras de Níjar, entre otros).
De esta manera podemos aproximarnos, en mayor medida, al conocimiento del trabajo desarrollado por las jefas de hogar femeninas por el que obtienen una remuneración económica, muchas de las cuales son herederas de los negocios y oficios de sus maridos o padres. Y también de otras que no lo son, pero que también ejercen un oficio remunerado; esto nos permite, además, cuantificar las que ejercen actividades reconocidas oficialmente pero no susceptibles de tratamiento fiscal para ellas, ya que las utilidades que les reportan son registradas en los pliegos de sus maridos, padres, o madres viudas.
Todo ello me ha permitido contabilizar un total de 26 oficios o formas de ganarse la vida, ejercidos por mujeres, con especificidades y variables dentro de cada uno de ellos. En estos incluyo la administradora del ingenio de Adra, Doña Mª Teresa Gnecco (estudiada en su tesis doctoral por Raúl Ruiz Álvarez), una prestamista en Huércal-Overa, las propietarias de distintas instalaciones industriales (herrería, fábrica de paños y batán, y telar en Laujar) y las dueñas de barcas en Dalías y Vera.
No aparecen jornaleras, aunque entendemos que serían muchas las mujeres que trabajarían en la agricultura, especialmente en tareas de siembra, cava y recolección (siega, aceituna, vendimia, etc.).
Tampoco constan esparteras que trabajen en la elaboración de sogas, maromas y pleita para uso agrícola, doméstico, transporte e industrial, siendo este un oficio necesario para el desarrollo de estas actividades, como ha constatado Birriel Salcedo y García Campoy para el caso del Valle de Lecrín en Granada.
Existen algunos elementos reseñables en relación con las actividades desarrolladas por las mujeres, que destacamos a continuación:
Las criadas representan el 35,36% del total de criados y mozos de la provincia, y están registradas en la casa de la familia a la que prestan su servicio. Sirven a eclesiásticos y seculares y están distribuidas por los pueblos de toda la provincia. En algunos pueblos y en la ciudad de Almería aparecen otras vecinas censadas bajo la denominación de sirvientas.
No todas las mujeres contabilizadas, como ya se ha señalado, son cabezas de casa. En el caso de las estanqueras lo son en un 60%. De las hilanderas sólo son el 13,5%; también lo son el 20% de las horneras, el 61% de las mesoneras, entre el 22-23 % de las tejedoras y el 45% de las tenderas. En el resto de los oficios todas las que se contabilizan sí lo son y, en la mayoría de los casos, son viudas.
De todos los oficios ejercidos por las mujeres sólo hay uno que es específico de éstas: comadre de parir. Los demás también son ejercidos por hombres en mayor número; de ellos sí tenemos constancia documental; pero a veces las mujeres ejercen la misma actividad junto a ellos, aunque de esto no quede constancia, salvo en algunos casos en que sí se recoge en las Respuestas Generales (caso de las horneras en Vélez-Rubio).
Las mujeres maestras son escasísimas, oficialmente, al igual que las escuelas; su oficio lo ejercen de acuerdo con lo regulado en las leyes y normativa al respecto, según lo establecido por Felipe V en 1743 y más tarde por Carlos III en 1768 y 1775. La tarea fundamental de éstas era enseñar a las niñas lo que se consideraba necesario para desarrollar la función que tenían encomendada: hacer las labores del hogar y prepararlas para el buen funcionamiento de éste, especialmente si su estatus les permitía vivir de manera holgada.
Por último, es de destacar el hecho de que, en algunos pueblos de la provincia, según consta en las Respuestas Generales, no hay panaderías para el abasto público (caso de Adra de donde se dice “no tiene caudal de Pósito para mantenerlas, por lo que traen el pan a vender vecinos de Berja, Dalías y otros pueblos”. Y en otros, “se surten de lo que amasan los vecinos en hornos propios o del Común” (caso de Bayárcal). En muchos casos, especialmente en los pueblos de menor población, las mujeres elaboraban en hornos propios el pan que consumían las familias y, en ocasiones, lo vendían a otros vecinos. Ejemplo de ello son Dalías y Mojácar.
“[…] y que siendo este pueblo de labraduría todos los más de los vecinos amasan en su casa y que la panadería no es en todo el año sino es en algunos meses […]” (RG, Dalías, f. 51)
De Mojácar se dice: “es costumbre que el Cabildo de esta Ziudad nombre 6 panaderos en años estériles pero que estos ahora no los ay porque cada vecino amasa en su casa por cuia razon no regulan utilidad alguna.” (RG, f. 23).
Oficios de las mujeres de la provincia de Almería según el Catastro de Ensenada
OFICIOS | Nº | DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA |
Administradoras | 2 | Gádor (1) y Almería (1) |
Amas de barca | 3 | Adra (1) y Vera (2) |
Arrendadora/ Aviadora Ingenio de Adra | 1 | Adra |
Bodegonera | 1 | Almería |
Colonas de eclesiásticos | 3 | Laujar |
Comadres de parir | 4 | Alboloduy, Albox, Almería y Gádor |
Comerciantes | 2 | Almería |
Criadas | 1.418 | 274 (E) + 1.144 (Sec)= 1.418 |
Especieras | 2 | (1 Almería y 1 Huércal-Overa) |
Estanqueras | 11 | De tabaco 8 Abrucena, Alcudia, Alhama, Cuevas, Huécija, María, Mojácar Vera De aceite 2 (Almería y Serón) De aceite y vino 1 (Suflí) |
Hacendadas | 46 | Almería (27), Huécija (3), Pechina (2), Sierro (13) y Vera (1) |
Hilanderas | 322 | Laujar |
Horneras | 10 | Cuevas (2) Macael (1) Sierro (1) Turre (1) Vera (5) |
Hortelanas | 2 | Almería (1), Cantoria (1) |
Labradoras | 106 | Adra (25), Alcudia de Montagut (1), Almería (12), Armuña, (2), Benizalón, Berja y Chercos (1cada uno), Dalías (18), Fiñana (6), Gádor, (9) Huércal-Overa (2), Ohanes y Olula del Río (1 cada uno), Pechina, Rioja, Santa Cruz y Senés (1 cada uno), Serón (10), Sorbas (5), Urrácal (1), Vera (2), Zurgena (1). |
Maestras | 2 | Almería |
Mesoneras | 9 | Abla (2) Almería (3). Dos son dueñas Berja (1) Olula del Río (1) Tabernas (1) Vélez Blanco (1) |
Panaderas | 8 | Almería (2), Cuevas (1), Dalías (3), Laujar (1). Panadera doncella Níjar (1) |
Pegujaleras | 7 | Abla (1), Alcudia (3), Fiñana (3). Todas viudas. |
Prestamista | 1 | Huércal-Overa. Viuda. “Beneficia su caudal con lucro e intereses” |
Propietaria de herrería | 1 | Arboleas (a medias con su hijo) |
Propietaria de fábrica de paños y mitad de batán. Propietaria de fábrica de paños. | 1 1 | Laujar Laujar |
Propietaria de telar | 1 | Laujar |
Sirvientas | 10 | Alboloduy (1 Moza), Almería (4 Mozas sirvientes), Armuña (1 Sirvienta de Beneficiado), Bentarique (1 Moza), Fines (1 Asiste casa de D. Juan Vara de Rey), Gérgal (1 Moza) y Vera (1 Asistente en la Sierra de Cabrera). |
Taberneras | 5 | Adra (1 de vino y vinagre) Antas (1 de vino y aceite) Bédar (1 Taberna) Berja (1 de vino, vinagre y aguardiente) Dalías (1 tabernera) |
Tejedoras | 174-184 | 174-184 (40 cabezas de casa 22,98-21,73%) Albox (1 de colchas). Otras para el servicio de sus casas, no para el tráfico) Almería (17)[1] (de lienzo) Bayarque (43) (de colchas picotes y lienzo. Benahadux (3) Cantoria (40) (de lienzo y colchas de lanas de colores. Mujeres e hijas de vecinos. Gádor (10) Laujar (5 -10 RG. 6 de ellas viudas) Lienzo tiradizo para el abasto de las casas y paños Lúcar (2) Tejedoras de paños. Oficiales. Níjar (50) De lienzo. Pechina (3 – 8 RG). De lienzo Rioja (diferentes mujeres que tejen lienzo). |
Tenderas | 11 | Almería (1) Tendera Berja (1). Tienda de especias, quincalla y semillas secas. Cuevas (1) Tendera de especiería, retazos de bayeta y otros y confitura Dalías (1) Tendera Huércal-Overa (1). Tendera de especiería por menor. Líjar (1). Tendera de vino y aguardiente. Ohanes (1). Tendera de aceite Oria (1). Tendera de quincallería y especiería. Vélez-Blanco (1). Tendera de especias. Vera (2). Tenderas de quincalla y especiería |
Verduleras | 4 | Almería |
Fuentes: Catastro de Ensenada de las ciudades, villas y lugares de la provincia de Almería. Libros correspondientes a cada uno de ellos (incluyen Libros de Familias y Libros de lo Real). Archivo Histórico Provincial de Almería. Respuestas Generales del Catastro de Ensenada. Archivo General de Simancas (consulta en línea en http://pares.mcu.es). Elaboración propia. |
[1] Según las RG, en Almería hay diferentes tejedoras de lienzos (f. 125, respuesta a la pregunta 33).