Colaboradora: María José Ortega ChinchillaRaúl Ruiz Álvarez
La catedrática de Historia Económica, Carmen Sarasúa, en los resultados del proyecto que ha dirigido sobre los salarios de las nodrizas en las inclusas españolas durante los siglos XVIII y XIX, destaca la importancia de este trabajo para las economías rurales y la subsistencia de numerosas familias en condiciones precarias (Sarasúa, ed. 2021). En una época en la que los ingresos de los varones en áreas rurales eran insuficientes para cubrir las necesidades básicas, los salarios de las mujeres, aunque modestos, constituían un recurso imprescindible en la economía doméstica. Todo ello en un marco de pluriactividad en el que todos los miembros contribuían a la subsistencia familiar realizando los más diversos trabajos (Rey Castelao, 2015).
Las nodrizas en las inclusas, encargadas de la lactancia y el cuidado de niños abandonados, proporcionaban un ingreso mensual estable, que en muchos casos representaba la única fuente de ingresos fijos del hogar. Este trabajo femenino no solo sostenía la economía familiar, sino también la red de beneficencia, que dependía de su esfuerzo para operar.
El análisis de los salarios de las nodrizas revela su impacto en la estructura social y económica de la época. Aunque bajos, estos ingresos constituían un recurso constante e indispensable para muchas familias rurales, brindándoles estabilidad en un contexto de trabajo agrícola estacional. La regularidad de estos salarios mitigaba la inestabilidad económica, destacando el trabajo fundamental de las mujeres en la economía de la época
El Hospital Real de Caridad de Guadix, fundado en 1492 por los Reyes Católicos, se dedicaba a la atención de enfermos pobres, la protección de expósitos y la ayuda a los más pobres. Gestionado por el cabildo catedralicio fue trasladado en 1780 al colegio de la Compañía de Jesús (Lara Ramos y Pérez López, 1997). La institución empleaba amas de leche para cuidar a los expósitos, quienes eran alojados y criados en los hogares de estas mujeres.
Un análisis detallado de documentos históricos muestra la continuidad de este modelo de atención desde el siglo XVI. Maribel Díez Jiménez (2019) explica que entre 1576 y 1584, las nodrizas del hospital en Guadix constituyeron una fuente de ingresos estable y regulada para muchas familias. Este trabajo era especialmente significativo en un contexto de repoblación y marginalización de una parte de la población, que vivía en condiciones difíciles en cuevas y arrabales. Durante este período, aproximadamente un 8 % de los hogares de la ciudad de Guadix pudo acceder a ingresos seguros mediante la crianza de expósitos, lo que otorgaba una estabilidad financiera importante
Para estudiar los salarios de las nodrizas de Guadix en el período entre 1723 y 1762, se han consultado dieciocho libros de cuentas del Hospital de Guadix. Estos registros documentan los pagos realizados a las amas de leche por lactancia y destete, así como algunos casos de prohijamiento (Ortega Chinchilla y Ruiz Álvarez, 2024).
En el Hospital de Guadix, las nodrizas recibían salarios estructurados en dos etapas. Durante el primer año de lactancia, el salario era de 15 reales mensuales (180 reales anuales), y en el período de destete, que se extendía por unos dos años y medio, se reducía a 12 reales mensuales (144 reales anuales). Aunque bajos, estos ingresos eran fundamentales para las amas de leche, en su mayoría provenientes de sectores humildes, y algunas de ellas terminaban adoptando a los niños bajo su cuidado.
En comparación con otras ciudades de Andalucía, las nodrizas recibían salarios diferentes y experimentaron aumentos. Pérez Artés y Cabanillas (2021) documenta que, en Almería, antes de 1763, el pago mensual era de 15 reales en lactancia y 10 en destete, aumentando en 1842 a 30 reales en lactancia y 18 en destete. En Málaga, a finales del siglo XIX, las nodrizas percibían 60 reales mensuales durante lactancia y 25 reales en destete. En la Casa Cuna de Sevilla, los salarios también experimentaron incrementos, llegando a 60 reales para lactancia y 36 reales en destete a finales del siglo XIX.
El análisis comparativo de los salarios de las nodrizas en Guadix y otras regiones de España evidencia una gran variabilidad, marcada por factores regionales y económicos, en línea con las ciudades medias. En Guadix, los salarios se mantuvieron bajos y constantes, reflejando las limitaciones económicas de la institución en la agrociudad. La media nacional del siglo XVIII, de 12-15 reales en lactancia y 10-12 reales en destete, evidencia una disparidad salarial que beneficiaba a las nodrizas en las grandes ciudades.
Inclusa | Periodo | Lactancia (mensual) | Destete (mensual) |
Guadix | Siglo XVIII | 15 reales | 12 reales |
Almería (casa cuna) | Hasta 1763 | 15 reales | 10 reales |
Almería (casa cuna) | Desde 1842 | 30 reales | 18 reales |
Málaga (Vélez-Málaga) | 1889-1900 | 60 reales | 25 reales |
Sevilla (Casa Cuna) | Finales siglo XIX | 60 reales | 36 reales |
Galicia y León | Siglo XVIII | 12-18 reales | 10-15 reales |
Madrid | Siglo XVIII-XIX | Hasta 20 reales (XVIII) / 60 reales (XIX) | 15-20 reales (XVIII) / 36 reales (XIX) |
Barcelona | Siglo XVIII-XIX | 18-20 reales (XVIII) / 50 reales (XIX) | 15-20 reales (XVIII) / 30 reales (XIX) |
Bilbao | Mediados siglo XIX | 25 reales | 20 reales |
Media Nacional | Siglo XVIII | 12-15 reales | 10-12 reales |
En definitiva, lo largo del siglo XVIII, las inclusas españolas emplearon un número creciente de nodrizas, y para mediados del siglo XIX, estas mujeres constituían un componente esencial de la economía de subsistencia en las zonas rurales. En Guadix, al igual que en otras regiones de España, los salarios de lactancia y destete formaban una parte importante de los ingresos familiares, especialmente para aquellas familias que carecían de alternativas laborales debido a la estacionalidad del trabajo agrícola y otros múltiples factores. El salario de una nodriza externa equivalía en muchos casos al 50% del ingreso anual de un jornalero en 1752, y aunque este porcentaje disminuyó hacia mediados del siglo XIX, su importancia siguió siendo notable.